viernes, 27 de junio de 2014

Hace mucho tiempo no publico nada en este espacio, pero pienso que ya es hora de hacerlo...

Este es un artículo que escribí inspirado en la historia de mi región y más aún motivado por las palabras de un conocido del interior quien en medio de su ignorancia expreso... “¿Por qué los pastusos son tan brutos?” este artículo es la respuesta a esa pregunta.



 Pastuso Bruto Dijeron.

Son muchas las historia, anécdotas y cuentos que hemos escuchado acerca de Pasto viejo como le suelen llamar, o mejor de Pasto colonial, historias que han forjado nuestra cultura y la imagen de personas aguerridas y trabajadoras, tanto así, que la mano de obra pastusa es tan valorada en el resto de el país y también en muchas partes del mundo. Pero existe un peyorativo con el que somos reconocidos y apuntados, en muchas ocasiones, por personas que en su infinita ignorancia, aclarando el sano significado de ignorar el por qué de las cosa, se dignan a hablar.

Cabe aclarar que el gentilicio de las personas nacidas en estas hermosas tierras no es precisamente pastuso, el correcto es pastence, pero nos hemos acostumbrado tanto a que nos llamen pastusos que hasta nosotros mismos lo mencionamos cuando se nos pregunta de dónde somos. Pues para claridad de muchas personas del interior no es que nos moleste, todo lo contrario es motivo de gran orgullo ser llamados así pastusos. Ahora bien, es conocido también el concepto aumentado de pastuso bruto, que incluso hemos sabido sobrellevar tan bien el mismo, que hasta nos encargamos de generar humor gracias a ello. Pero cabe la oportunidad de contar el motivo histórico y mítico de ser llamados así. Advierto que esto puede generar gran controversia, es por ello que aclaro que este articulo no es la opinión de PUERTA ABIERTA, sino mas bien la mía, basado en una investigación y consulta de los anaqueles históricos de mi ciudad e intentare expresarme de una manera abierta y no tan técnica de tal forma que cualquiera que nos lea lo comprenda.

Ahora pregunto ¿saben porque a los pastusos nos dicen brutos? La mayoría tendrá una respuesta negativa al cuestionamiento y apenas unos cuantos sabrán con detalle la verdad. Pues resulta que en aquellas épocas de la campaña libertadora, Pasto, era consentido por la corona española, viviendo en una inmaculada paz y prosperidad, tanto españoles como pastusos. Se destacaba también por culta y pacífica, en otras palabras era un lugar óptimo para vivir. El agro era el principal sustento, como también lo artesanal, textil, las múltiples riquezas que se generaban en barbacoas y berruecos hacían que Pasto se reconociera como cuna de prosperidad, era el único territorio, que en la época, fue denominado como Ciudad Real caracterizada por su propio escudo de armas, elogio que solo poseían ciudades como Sevilla o Madrid, sus raíces religiosas eran únicas, su infraestructura colonial hacías de la ciudad una de las más hermosas de la época.


Poco a poco comenzaron a llegar noticias y cuentos de Don Simón Bolívar y su campaña libertadora, los pastusos, lógicamente se oponían, rotundamente, a esta campaña, pues como críticos fundamentados que somos y lo eran nuestros antepasados, se preguntaron el cómo se sostendría la nueva república, de donde se sacaran esos recursos para sostener a tan dignísima clase libertadora, que daba luces incandescentes de despotismo y ostentación afirmando “Veréis echarse sobre las temporalidades de los regulares y venderles sus fundos, reduciéndolos a intolerable mendicidad; y últimamente: veréis recargar los tributos con nuevas imposiciones que constituyan sus vasallos en desdichada esclavitud...” en otras palabras las tierras expropiadas y/o devaluadas, Los dueños pagando grandes impuestos, los pobres más pobres, los ricos más ricos. Que curiosidad como este pensamiento esté presente desde ese entonces hasta la actualidad, ahora me pregunto ¿eran tan brutos nuestros antepasados? que hasta conocimientos de economía y visionarios eran. “Nosotros hemos vivido satisfechos y contentos con nuestras leyes, gobiernos, usos y costumbres. De fuera nos han venido las perturbaciones y los días de tribulación...” Se consigna en un documento de la época.

No es difícil de entender entonces que el General Bolívar no fuera tan querido anotando que el sentimiento se hacía mutuo. Pasaron muchísimos años de negociación por medio de cartas y opiniones que iban y venían y que dejaban, cada vez más, descontento a parte y parte y que poco a poco llevaron a que los pastusos fueran calificados como un pueblo obstinado y difícil de ceder, lo que llevo a que se agotara la diplomacia.

Truenos ensordecedores anunciaban una evidente e inevitable invasión armada en Pasto. Es entonces que el general Antonio José de Sucre es enviado, con órdenes explicitas por parte del libertador de arrasar la ciudad y no dejar a ningún pastuso vivo, como se consigna en un documento donde se enumera las órdenes que se debían cumplir, así:
 • “mandara usted partidas en todas las direcciones a destruir estos facciosos • Los hombres que no se presten para ser expulsados del territorio serán fusilados.”

 • “No quedaran en pasto más que las familias mártires por la libertad y aquellos que se sometan a la campaña.”

 • “Se ofrecerá el territorio de pasto a los habitantes patriotas que lo quieran habitar.”

 • “Se tomara toda propiedad privada para ser poseída por el general y sus sub alternos.”

 • “Destruir totalmente a todas la villas vecinas rebeldes.”

Es entonces que se presenta la terrible navidad negra el 24 de diciembre de 1822 y durante tres días se cometen toda clase de vejámenes en contra de la, ya vencida y humillada, comunidad pastusa. Mismos en los que no pienso entrar en detalle por la sevicia y crueldad con que fueron cometidos, cabria comentar que la calle del colorado es nombrada así por los ríos de sangre que la tiñeron mientras bajaron por ahí. Si es su deseo lo invito a consultar más acerca de estos hechos.

http://cubaespanola.blogspot.com.co/2012/01/una-sangrienta-navidad-en-pasto-manos.html


Después de tan desigual batalla llena de desmanes y abusos es enviado Don Antonio Nariño, quien había sido derrotado en 1812 por el, entonces, sargento de las milicias pastusas, Agustín Agualongo Cisneros, para que finalmente la tome y termine de destruir lo poco que quedaba en pie e incluso a aquellos que, aun, se oponían a la ansiada “libertad”; aquí es, entonces, cuando se sucede la aclamada frase, esa que nos marcara para siempre cuando en un discurso en la aplaza principal y al ver la poca atención de los coterráneos grita, “pueblo maldito y bruto…” habría que aclarar que en esa época el odio al “bruto pueblo pastuso” que no estuvo de acuerdo con la campaña y los nuevos aires libertadores e independentistas, se paso de boca en boca por entre los héroes de la libertad y por ende, por toda la historia.

Es así que desde ese entonces se trasmitió de persona en persona el dicho de que los “pastusos brutos” no querían independizarse de la digna España la misma que le había otorgado el título de “la Muy Noble Ciudad de San Juan de Pasto”, sin embargo el odio y el rechazo a los pastusos se hace tristemente célebre gracias a estos hechos. Resulta también que mucho tiempo después que Don Agustín Codazzi se negaba a incluir a San Juan de Pasto en los mapas que diseñaba de Colombia y junto a muchos personajes de época se mofaban de los pastusos por nuestra característica forma de hablar y se atrevían a llamarnos inferiores a nuestros vecinos caucanos y por ende no valía la pena tenernos en cuenta e incluso existen documentos en donde se menciona aislar a Pasto de el resto del territorio colombiano.

Penosamente de la ciudad prospera y rica en muchos aspectos no queda mucho, más que una historia que muchos se niegan a conocer pero que tristemente sucedió.
Me atrevo a decir con tristeza que hasta ahora Pasto y Nariño en general es apartada de Colombia por muchísimos motivos, económicos, de atención del estado y de las personas que por muchos motivos nos descalifican, pero ahora después de haber escrito toda esta cháchara,me pregunto ¿ cree usted que merecemos ese apelativo?

Aclaro y es sentimiento general, los pastusos nos sentimos muy orgullosos de la patria que Dios nos dio para vivir y nos embarga un sentimiento común con el resto de nuestros hermanos colombianos cuando se habla negativamente de nuestra Colombia y es ese sentimiento el que percibo cuando sin razón nos dicen brutos, algo llevadero que espero con estas humildes líneas se llegue a emancipar y por qué no, a extinguir, consciente de lo difícil que es luchar contra los paradigmas, pero con la total seguridad de que es posible, así como es posible lograr que en nuestra bella patria Colombia se cumpla, por fin, el sueño de don Rafael Nuñes en donde “cese la horrible noche” y al fin “en surcos de dolores el bien germine ya”